El alma que ha visto, lo mejor posible, las esencias y la verdad, deberá constituir un hombre, que se consagrará a la sabiduría, a la belleza, a las musas y al amor. Platón, Fedro o de la belleza.
Perhaps he knew, as I did not, that the Earth was made round so that we would not see too far down the road. Isak Dinesen
Sólo vemos lo que miramos. Mirar es elegir. John Berger
Y cogeré hasta el final de los tiempos, las plateadas manzanas de la Luna, las doradas manzanas del Sol. William Butler Yeats

lunes, 16 de enero de 2012

El hombre más odiado de América.

Felipe IV. óleo sobre lienzo, 129,8 cm × 99,4 cm.

¿Qué hace el retrato de Felipe IV pintado por Velázquez en pleno corazón de New York? O el retrato de Tomas Moro pintado por Holbein en 1527? Es dificil averiguar cómo distintas obras han conseguido cruzar el charco y plantarse de lleno en las Américas formando parte de una de las colecciones de arte más importantes del planeta.
Todo comienza a mediados del siglo XIX en la localidad de West Overton, en Pennsylvania. 
Henry Clay Frick, hijo de un acaudalado comerciante, se convierte con tan sólo treinta años en uno de los hombres más ricos de toda América. El sueño de hacer dinero se transformó en una realidad para Frick gracias a la industria del carbón, motor esencial en la economía estadounidense de un país devastado por la Guerra de Secesión (1861-1865). Ese motor que rugía en las entrañas de toda una industria armamentística, favoreció a los estados norteños en la producción de armas de fuego, lo que le valió a Frick el podium en la fabricación en serie de cualquier artefacto manufacturado en acero.
Henry Clay fundó la Frick & Co junto a su socio Andrew Carnegie. Juntos producen coque a partir del carbón en un momento decisivo, y en Pittsburgh, donde surge con fuerza la industria siderúrgica, siendo el coque el "ingrediente" más importante en la fabricación del acero. Ambos socios controlan el mayor funcionamiento integrado de acero y hierro nunca antes propiedad de un particular en los EEUU, lo cual les proporciona el negocio más lucrativo hasta entonces, la producción en masa de raíles de acero para vías férreas.

 

Así surgió el ferrocarril, creándose una red de transporte mecanizada a escala nacional que revolucionó la sociedad y la economía de un país que viajaba a toda "máquina". Es famoso en los EEUU el periodo conocido como el Imperio del Acero (entre 1885 y 1900). Tan solo quince años, que a primera vista no bastarían para el desarrollo de una civilización, pero que fueron tiempo suficiente para revolucionar el concepto del movimiento, de las comunicaciones y de la sociedad.
Toda fortuna amasada en tan poco tiempo tiene una repercusión directa en los productores de la misma. Seguramente Frick no se planteaba en qué situación vivía cada uno de sus trabajadores. Bueno o quizá sí. La cuestión es que conforme aumentaba la fortuna de Frick disminuía su popularidad. A comienzos de 1892 Frick decidió reducir el salario de sus obreros y cerrarles su sindicato. Cuando los obreros no aceptaron el recorte salarial, "el amo" los despidió a todos y contrató a la agencia de seguridad Pikerton para proteger a los esquiroles. El desastre fue brutal, los enfrentamientos dejaron un saldo de siete muertos, por lo que el Estado entró en acción: el gobernador hizo que fuese la milicia armada para proteger a los esquiroles que llegaban.



Los líderes de la huelga fueron acusados de asesinato y el resto, al no disponer de recursos volvieron al trabajo. Eso sí, incluidos en una lista negra. Hubo quien incluso atentó contra la vida del magnate del acero. Un joven anarquista llamado Alexander Berkman se presentó en el despacho de Frick e intentó asesinarle de un disparo, aunque tan sólo le hirió en un brazo. Se le condenó a catorce años de prisión.
Ya en su madurez, Henry Clay Frick comenzó a coleccionar obras de arte para su casa de New York. El resultado fue una de las colecciones privadas más importantes de la época. La casa es en la actualidad un museo en pleno corazón de Manhatan conocido con el nombre de Colección Frick.

1 de la calle 70 Este, es su cruce con la Quinta Avenida.

 
Entre las dieciséis galerías que forman el museo podemos encontrarnos con algunas de las obras más conocidas de varios maestros de la pintura europea, obras de escultura, porcelana, muebles, esmaltes, alfombras...; en la colección se muestra la obra maestra de Jean-Honoré Fragonard "El progreso del amor"(1771-1773) óleo sobre lienzo o el retrato de "Felipe IV" pintado por Velázquez (1644),  adquirida por el millonario industrial en el año 1911, dicho retrato se realizó en Fraga (Huesca) mientras tenía lugar el asedio de Lérida conquistada por los franceses y recuperada por Felipe IV en 1644.

Oficial y muchacha sonriendo. Óleo sobre lienzo, 49,2 x 44,4 cm.

Otra de la obras expuestas es "Oficial y muchacha sonriendo" (1658-60), del genial pintor holandés Vermeer.
Henry Clay Frick murió un 2 de Diciembre de 1919.

Henry Clay Frick
Frick Collection

No hay comentarios:

Publicar un comentario