Reconstrución de un Dodo en el Museo de Hª Natural de la Universidad de Oxford
Parecías una chica olvidadiza y sin rumbo, apartada de las metas comunes. Solías ojear tu libro de cuentos infantiles. El enigmático Mago de Oz y hasta Los Aristogatos te seguían emocionando, sobre todo cuando el grupo al completo se lanzaba a cantar aquello de ..."todos quieren ser gato-jazz".
Había pasado mucho tiempo desde la última vez que "Alicia en el país de las maravillas" se posó sobre tus rodillas...¡Venga, sálvame!-le gritaste al pobre Dodo que poco a poco desparecía entre pinceladas de recuerdos. La Reina de Corazones ya no chillaba aquella frase que siempre te hacía reír-¡Qué le corten la cabeza!-Sólo reinaba el silencio entre los naipes jardineros y las rosas hacía ya tiempo que se habían marchitado...ya no era necesario cambiarles el color.
El pobre Dodo desapareció hace mucho..., se esfumó de la Tierra, se extinguió; eso debió de ocurrir hace unos cuatrocientos años. Se trataba de una especie de paloma o palomo gigante, de entre 60 a 70 cm de altura, con la particularidad de que no sabía volar, bueno más bien no podía. Además era gorda y se ganó el apelativo de "tonta" porque se dejaba coger para, con toda seguridad llevársela alguno a la cazuela. Poor Dodo!
El Dodo es uno de los muchos personajes que aparece en el cuento de Alicia en el País de las Maravillas. Tuvo la gran suerte de pegarse un agradable baño en el Mar de Lágrimas que provoca Alicia en el capítulo tres. Con el fin de secarse se propone que todos los animales mojados hagan una carrera dónde a cada uno le da por correr sin orden ni sentido, de modo que ganan todos...sin embargo, tras dejar a Alicia el cargo de entregar el premio al ganador, el propio Dodo le pregunta que más tiene en su bolsillo, entregando como premio a Alicia el propio dedal de la joven...
Charles Lutwidge Dogdson, conocido bajo el seudónimo de Lewis Carroll-el escritor del cuento-no contaba de muy buena salud. Para empezar era tartamudo, tenía artritis y algo parecido a migrañas crónicas. Para remediar o paliar esos dolores recurrió al láudano, ese brebaje que podía producir efectos psicotrópicos por su composición de vino blanco, opio y azafrán. Muchos atestiguan que Alicia en el País de las Maravillas cuenta con los elementos suficientes para pensar que el autor escribía bajo el influjo del "milagroso jarabe". Ese submundo repleto de animales se comportan de maneras extrañas a la par que muy divertidas, como esa oruga que fuma supuestamente opio del narguille (pipa oriental).
Carroll sufrió los efectos de su fastidiosa tartamudez los cuales le hacían pronunciar su apellido Do-do-Dogdon, pudiendo considerarse como una caricatura del propio autor.
Con toda seguridad es el Conejo Blanco el personaje más recordado del cuento, hasta el grupo inglés Jefferson Airplane le dedicaron una canción titulada "White Rabbit", banda seguidora del rock psicodélico y del LSD.
Pero volvamos al Dodo. El origen de su nombre también parece que no nos lleva a un consenso. Algunos aseguran que podría provenir de la palabra holandesa "dodoor" (lento), otros que bien sería la palabra "dodaars" (nudo en el culo) por la cantidad de plumas que lucía en esa parte del cuerpo. Los portugueses, que fueron pioneros en la llegada a la Isla Mauricio allá por el año 1507 ya le bautizan como Dodo que en portugués significa "tonto".
La pregunta que nos hacemos todos es por el aspecto de la malograda ave. A día de hoy sólo se conservan una cabeza y una pata momificada en el Museo de la Universidad de Oxford. La vía más optimista para recuperar su ilustre porte y plumaje proviene de algunas pinturas que se realizaron antes de su extinción, lo cual se agradece. Estas pinturas retratan a un ave con un pico grande, de unos 23 centímetros, un plumaje tirando a grisáceo, unas alas muy pequeñas (similares a esos cormoranes de las Galápagos avistados por Charles Darwin), y unas patas amarillas y robustas.
La fecha exacta de su extinción también es un tema a debatir. Se dice que en 1662 fue avistado el último Dodo por parte del náufrago llamado Volkert Evertsz, otros aseguran que dada la escasa información sobre esta curiosa y enigmática ave podría ser en realidad un mito. Especulaciones a parte la cuestión es que Lewis Carroll la incluyó en su cuento cobrando "vida" de nuevo, (lo cual me hace sonreír).
Lewis Carroll (1832-1898) |