Han pasado ya unos cuantos añitos desde nuestro viaje a Istanbul, esa metrópoli a caballo entre Oriente y Occidente que nos tenía locas como destino de viaje.
Nunca olvidaré esos tés al caer el sol frente a la Mezquita Azul, previos a nuestro paseo final de vuelta al hotel tras días agotadores de diversión. Tampoco olvidaré nunca cuando divisamos la Cisterna de Yerebatán, como ese lugar mágico y de ensueño, ¡y a su Medusa bajo el agua!, pidiendo intimidad ante la mirada de turistas y curiosos.
Y qué decir de nuestra pequeña aventura en barco hacia el Mar el Negro atravesando cual intrépidas exploradoras el Estrecho del Bósforo. Esa café turco jugando al backgammon en Anadolu Kavagi, que casi nos hace perder el barco de vuelta..., o la charla atemporal en la pastelería del Bazar Egipcio con un judío sefardita, preguntándonos si en verdad todavía quedaban sinagogas en la España...
Te echo de menos, Mati, no pasa ni un solo día que no recuerde tu sonrisa y tus ganas de vivir.
¡Feliz Cumpleaños! <3 <3 <3