Montañas Altai |
"Qué tranquilo está esto. En los bosques están brotando los helechos tiernos y el viento desata en los abedules un resplandor de hojas de cromo. En un lugar de los bosques de Akademgorodok se conserva el Museo de Cultura Siberiana como una colección privada. Es pequeño y selecto. El tocado de hierro de los chamanes hace compañía a los abrigos de piel de pescado de los nivkhis (nativos de Nivkh, Manchuria). En la sala central está la momia de un guerrero tatuado tendida junto a su sarcófago de madera. Procede de los montes Altai, a unos setecientos cincuenta kilómetros al sur, junto a la frontera de Mongolia. En esa región el agua de lluvia, que se filtra por las piedras apiladas de los túmulos y penetra en las tumbas que hay debajo, de 2.400 años de antigüedad, se hiela y solidifica con las primeras nieves y sella madera, cuero, tela, piel humana en un cono de hielo. El guerrero había sido sepultado entre caballos, cuyas bridas y arreos están expuestos cerca. Su abrigo de lana (forrado por dentro con piel de marmota) aún se podría usar.
La conservadora del museo, una mujer pequeña de gafas verdes, es rápida y orgullosa. Señala otra vitrina, bajo la vista hacia ella y atisbo astillas de oro finísimas, fragmentos de un vestido.
-Esto-dice reverentemente- es de ella.
No hay más que una Ella en la arqueología rusa ya: la Princesa o Dama de Hielo del Altai".
(Colin Thubron "En Siberia". Ediciones Península. Barcelona. 2000).Colin Thubron (London 1939) |
Para los rusos La Dama de Hielo, para los siberianos La Princesa de Ukok, continua siendo un misterio. Fue descubierta en 1993, sepultada con gran esplendor en una remota zona al norte de China. Hasta el momento nadie sabe quien era o qué papel jugaba en una sociedad tribal de casi dos milenios. Algunos le atribuyen una función chamánica, otros que podría ser una princesa e incluso se especula que una cantora. Aunque la cuestión que más preocupa y polemiza en la actualidad es su "raza". La princesa fue hallada en una tumba antigua cubierta por el hielo, el cual garantizó la excelente conservación de su cuerpo, sobre el que se observa en perfecto estado, tatuajes de color añil de ciervos y grifos en los hombros y antebrazos. Su ajuar funerario se componía de joyas de oro, bronce y madera, armas rituales, ropas de seda blanca y junto a ella seis caballos con bridas y sillas de montar. Una de las características que más sorprendió a los arqueólogos fue su estatura: 1,70 cm, nada habitual en aquella época. Los análisis de ADN dan por hecho que la joven, muerta a los 25 años de edad tiene rasgos caucásicos (procedentes de zonas europeas), lo que contrasta con el hallazgo de su tumba, es decir en una región próxima a Mongolia.
Nativos de Nivkh |
El debate en la actualidad se centra en la pertenencia o "dueño" de la momia, o más bien a quien le corresponde quedársela y conservarla como un gran hallazgo arqueológico. Desde su descubrimiento en los Montes Altai (conocidos como las Montañas Doradas, una zona que se pierde en las fronteras de Mongolia, Rusia, China y Kazajistán) y su posterior traslado a Novosibirsk (en el Distrito Federal de Siberia y tercera ciudad más poblada de Rusia), hacen que su custodia se dilate y se pierda en el tiempo.
Los autóctonos de la zona de Altai le atribuyen un carácter muy espiritual a su "princesa". Ellos creen que la momia es la mítica guerrera y bruja Kydym, quien guarda la memoria genética de la nación y que murió voluntariamente para proteger la Tierra de los espíritus del mal.
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